11/03/08

Notícias de lá.


LA NOVELA DE URIBE

El pasado jueves 6 de marzo, mientras muchos colombianos protestaban una vez más por las calles contra el terrorismo y la violencia, otros estaban pendientes en las pantallas de televisión por la gran transmisión que los canales ofrecieron desde la Cumbre de Río. La expectativa de lo que allí podría pasar era grande; sin embargo, los medios una vez más, se encargaron de darle un mayor sentido de importancia mezclado con un poco de show y sensacionalismo.

A eso de las diez de la mañana, Caracol y RCN empezaron el mayor despliegue periodístico –con analistas abordo- sobre lo que ocurría en República Dominicana. Se presagiaba un novelón! El protagonista: Uribe; los antagonistas del culebrón: Chávez y Correa (así nos lo hicieron saber los medios). Aunque también podría ser un partido de futbol, ésta novela, parecía ser un cuento infantil, donde Uribe era la cenicienta del paseo.

Todos los colombianos pendientes, algunos presagiaban el inicio de una guerra, -aunque en América Latina no estamos preparados para una tercera guerra- así los medios se lo propongan. Sin embargo, la “risita” del presidente de Ecuador, tensionaba aún más el capítulo de Yo soy Uribe, el feo… Pero como un buen libreto colombiano, la novela, que ya cruzaba el horario de Padres e Hijos, seguía con más rating (por primera vez Caracol y RCN transmitiendo el mismo show). La estocada final, como historia creada por Fernando Gaitán; Chávez no dijo nada! Se mostró como es él. Un cantante, un poeta, un blablabla! Y ni que decir de su empleadillo Correa, que se rindió ante la tranquilidad de Uribe.

Como todo cuento, hubo un final feliz. Uribe sin pensarlo dos veces, aprovechó el zafarrancho y se arregló con sus vecinos como si nada, luego de siete horas de puyas e insolencias. Al estilo vecindad, hablamos mal del vecino, pero lo seguimos saludando.

Finalmente, hay que reconocer que Uribe ganó el primer round, lo ganó con estrategia y pacifismo. ¿Quien sabe qué pasó con Chávez y Correa que cedieron tan hábilmente? ¿Influyó don Fidel Castro?

Alejandro Cabrera C.

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